Tendón de Aquiles y ecografía
21-08-2024-Tempo Formación
El tendón de Aquiles, conocido tanto por su fortaleza como por su vulnerabilidad, es una de las estructuras más importantes del cuerpo humano. Este artículo, parte de Musculoskeletal Ultrasound: Athletic Injuries of the Lower Extremity, explora en profundidad la anatomía y función de este tendón, que resulta de la unión de las cabezas medial y lateral del gastrocnemio con el sóleo. A través de la ecografía, se pueden identificar las lesiones que afectan al tendón, desde la inflamación del paratendón hasta desgarros y tendinosis, condiciones que pueden impactar significativamente la movilidad y el rendimiento físico. Nos adentraremos en cómo estas técnicas de imagen permiten un diagnóstico preciso, fundamental para el tratamiento efectivo de las patologías del tendón de Aquiles.
Anatómicamente, el tendón recibe contribuciones de las cabezas medial y lateral del gastrocnemio, así como del sóleo.
Aunque existe variabilidad, a medida que el tendón progresa distalmente, hay aproximadamente 90° de rotación de las fibras tendinosas, de modo que las fibras del sóleo, que son profundas en el aspecto proximal, se vuelven mediales en la inserción en el calcáneo posterosuperior.
El Tendón de Aquiles carece de una vaina tendinosa, sin embargo está rodeado por un paratendón.
En la ecografía, el paratenón se identifica como una línea delgada y ligeramente ecogénica que encapsula el tendón.
La inflamación del paratenón resulta en dolor de tobillo posterior y se conoce como paratenonitis. El paratenón inflamado resulta en una apariencia engrosada e hipoecoica. En la fase aguda, puede haber hiperemia y líquido entre el tendón y el paratenón.
La ecografía en corte transversal al Tendón de Aquiles (ACH) muestra un paratenón engrosado y heterogéneamente hipoecoico (puntas de flecha).
La ecografía en corte longitudinal al Tendón de Aquiles (ACH) muestra un paratenón engrosado y heterogéneamente hipoecoico (puntas de flecha).
La lesión del Tendón de Aquiles puede ocurrir en la unión miotendinosa, aproximadamente 2 a 6 cm proximal a la inserción.
Normalmente el tendón es hiperecoico, fibrilar, y de grosor uniforme. La tendinosis puede manifestarse como engrosamiento fusiforme e hipoecogenicidad del tendón, con posible hiperemia por neovascularidad que se correlaciona con los síntomas del paciente.
Las hendiduras anecoicas representan desgarros parciales; el engrosamiento del tendón a más de 10 mm con heterogeneidad indicativo de desgarro parcial además de la tendinosis.
El espolón óseo en la tuberosidad calcánea posterosuperior puede ser incidental o el resultado de una tendinosis insercional.
La hiperemia en el Doppler y la distensión de la bolsa retrocalcánea (mayor de 2,5 mm) pueden apoyar aún más este último diagnóstico.
La lesión de la unión miotendinosa resulta en la desorganización de las fibras musculares ecogénicas normalmente paralelas con edema hipoecoico.
La ecografía en corte longitudinal al Tendón de Aquiles muestra un tendón engrosado (entre las marcas).
Esto es aproximadamente 2-6 cm proximal a la inserción en el calcáneo (CAL).
T = Tibia KFP = Grasa Kager
La ecografía en corte transversal al Tendón de Aquiles se observa hiperemia que representa paratenonitis (punta de flecha).
T = Tibia KFP = Grasa de Kager
Un desgarro completo del Tendón de Aquiles muestra retracción de las fibras del tendón proximal y una prueba de Thompson positiva.
En la ecografía, las fibras tendinosas retraídas son onduladas e irregulares con líquido heterogéneamente hipoecoico.
Los desgarros completos se presentan como discontinuidad y retracción del tendón durante la evaluación dinámica con flexión plantar pasiva y dorsiflexión.
El Tendón Delgado Plantar permanece casi uniformemente intacto y no debe malinterpretarse como fibras intactas del Tendón de Aquiles.
La ecografía en corte longitudinal muestra un desgarro con retracción de los bordes proximal y distal (puntas de flecha).
Nótese el hematoma heterogéneo (H) y la grasa ecogénica (flechas curvas).
En resumen, el tendón de Aquiles, a pesar de su increíble fortaleza, es susceptible a diversas lesiones que pueden comprometer seriamente la función y calidad de vida de quienes las sufren. Gracias a la ecografía, podemos visualizar con precisión la anatomía y las patologías de este tendón, permitiendo un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Ya sea para detectar inflamaciones como la paratenonitis o para identificar desgarros parciales o completos, la ecografía se consolida como una herramienta esencial en la evaluación del tendón de Aquiles. Cuidar de esta estructura vital es esencial para mantener la movilidad y el rendimiento físico a largo plazo. ¡Recuerda, incluso el héroe más fuerte tiene su punto vulnerable, y es nuestra tarea protegerlo!
Bibliografía:
1. Musculoskeletal Ultrasound: Athletic Injuries of the Lower Extremity.
